lunes, 1 de diciembre de 2008

" La Tercera Ola " de Alvin Toffler


ANALISIS DE LA OBRA “ LA TERCERA OLA “
Alvin Toffler
Por : Miguel Ticona V.

Alvin Toffler, en su Tercera Ola, hace "historia" del porvenir. Elucubra sobre el futuro, plantea, con la vista puesta lejos, què habrà de acaecer a la familia humana en el àmbito del trabajo y de la producciòn economica-
El no es un adivino. No pretende ser ningun profeta ni nada que se la parezca. Es, en tèrminos pràcticos, el gran visionario de la nueva sociedad, de las nuevas relaciones de producciòn, fenòmeno este terrible que ha comenzado, en el seno de la presente gran crisis planetaria, a ir surgiendo.

Alvin Toffler nos trae algo asì como un ensayo futurista por demàs voluminoso, que ha arrastrado gran fama, un libro pequeño pero voluminoso. Su portada negra, de cartonite sobre la cual aparecen impresas en grandes letras blancas bordeadas de rojo su titulo: La Tercera Ola.
El autor percibe tres grandes cambios en la vida del hombre desde su aparición en la tierra. La segunda ola comenzó hace 300 años con el progreso de la ciencia y los avances en el proceso de la industrialización. Superó la resistencia de la primera ola, llegó a su apogeo a mediados de los años 50 en los Estados Unidos, y actualmente se encuentra en un estado de crisis a causa de la obsolescencia de sus instituciones para abordar los problemas apremiantes de hoy.

LA PRIMERA OLA

Cuando el hombre se percatò del sol, verlo y hacerlo su dios fue una sola cosa. El hombre cansado del nomadismo para la caza y la pesca resolviò quedarse estable en un sitio. Se diò cuenta de que podrìa hacer parir a la madre tierra el fruto que el quisisera. Se dio cuenta de que podìa hacer de las bestias no sòlo su alimento, sino sus servidores, naciò la propiedad. Naciò la ola agrìcola que todavìa tiene su surrapa. Naciò la Primera Ola, que incluye casi todas las etapas històricas en veinticuatro o veinticinco siglos. Unas cien generaciones como si nada.
El primer cambio, o la primera ola sucedió cuando aprendió la agricultura; comenzó a establecer agrupaciones más grandes, dejó su vida migratoria y su dependencia de la caza, y se organizó en una nueva forma.

LA SEGUNDA OLA

Las sociedades industrializadas se destacan en sus procesos productivos por el uso intensivo de la tecnología, por la división de trabajo y la producción en serie. Los trabajadores tienen que repetir una serie de movimientos uniformes y adherirse estrictamente a horarios de trabajo establecidos. La toma de decisiones es conforme al esquema de pirámide. Se busca la maximización sea en tamaño o en los ingresos.
En general las instituciones de la sociedad adoptan casi los mismos principios.
Por ejemplo, la educación se masifica, se da más importancia a memorizar, recibir órdenes y ser puntuales, se enfatiza la especialización y los alumnos se preparan para desempeñar su rol dentro del sistema industrializado.

A diferencia de las sociedades de la primera ola donde el trabajador consumía directamente el producto de sus esfuerzos (lo que el autor llama prosumo), en la sociedad industrial se abre una brecha entre el productor y el consumidor. En otras palabras, como consecuencia de la especialización, la abundancia y complejidad de los productos, y el surgimiento del mercado el hombre no consume directamente lo que produce.
La familia también sufre una transformación en esta sociedad. Se comprime para incluir solamente a los padres y unos pocos hijos, sus miembros dejan de trabajar en equipo tal como sucedía en la sociedad de la primera ola, y llega a ser más móvil.
La formación de la nación estado y el sistema representativo del gobierno llega a su culminación en el período de la industrialización. Según el autor, la era industrial exigía una economía unificada, o sea acceso a mayor número de mercados, y un sistema político unificado para imponer leyes. Estos factores estimularon la creación de la nación estado y el sistema representativo que se implementó de una u otra forma en los países industrializados.

La necesidad de tener acceso a mercados cada vez más lejanos con el fin de vender sus productos, y la urgencia de comprar los recursos de otros países a precios reducidos es otra característica de la segunda ola.
Además, respecto a la energía, estas sociedades dependen cada vez más de la energía producida por el petróleo.

Predominan 3 ideas básicas en la era industrial.
Primera: la naturaleza es un objeto que debe ser explotado.

Segunda: el hombre es el pináculo de la evolución. Las sociedades también evolucionan y los países más industrializados representan un nivel de evolución mayor, lo que justifica la explotación de los países menos industrializados por los demás.

Tercera: el progreso se mide en términos de la tecnología o nivel material de la vida.
Nosotros somos hijos incuestionables de la Segunda Ola. Somos fruto del industrialismo, del tecnicismo, de las aglomeraciones en los centros de trabajo industriales o academìcos; de salud, o informativos.

El autor demuestra una serie de deficiencias asociadas con la organización y la subyacente mentalidad de la segunda ola que a la vez prepare el escenario para la entrada de la tercera ola.

El sistema representativo con sus campañas electorales y partidos políticos en realidad no es tan representativo. Es manipulado por los grupos de poder, y además, las sociedades industrializadas actualmente están divididas en una multiplicidad cultural, con una combinación de intereses tan divergentes que hablar de la mayoría es una quimera.
La centralización es otro problema que no facilita el manejo adecuado de las divergencias a nivel local y regional.
Por otro lado, las decisiones económicas y políticas de un país afectan a otros países, haciendo que el proceso de toma de decisiones sea cada vez más complejo, disminuyendo la capacidad de los gobiernos para emprender una acción independiente.
La organización tradicional del gobierno en departamentos tratando los problemas por separado crea mayor confusión.
El sistema centralizado es incapaz de enfrentar la implosión decisional.
No existen mecanismos adecuados para resolver los problemas transnacionales.
La sociedad industrial no puede continuar en el mismo rumbo por diversos motivos. Los recursos naturales son limitados, el proceso productivo actual con su dependencia en el petróleo es demasiado contaminante. A nivel individual se generaliza la crisis de personalidad y aumenta el descontento.
La expansión del mercado ha llegado a sus límites, la gente produce más y prosume menos.
Las armas destructivas son fabricadas con mayor perfección.
Aumenta la tensión económica y social.

LA TERCERA OLA

El autor basa su visión de la tercera ola en ciertas tendencias en los países industrializados, y en el estado de crisis que se ha apoderado de sus instituciones.

Algunas de estas tendencias son: disminución de la población de las ciudades grandes, la desmasificación de los medios de comunicación reflejado por ejemplo en revistas especializadas y Tv. por cable, el aumento de productos personalizados, la exportación de fabricación rutinaria a los países del tercer mundo, movimientos ecológicos y resurgimiento de prosumo estimulado por manuales o herramientas que permitan al usuario arreglar cosas o adquirir cierto grado de autosuficiencia.

La sociedad del futuro se distingue por descentralización de las organizaciones empresariales, el gobierno y los sistemas energéticos. La proliferación de las ciudades pequeñas permite el uso eficiente de energía. Se explorarán las fuentes de energía renovable y no contaminante, el prosumo aumentará, disminuye el consumo y el hedonismo, las tecnologías apropiadas y a pequeña escala reciben mayor atención.
Los horarios de trabajo serán más flexibles. La participación del individuo en el proceso de toma de decisiones se intensifica, dada la creación de nuevos mecanismos para elegir representantes independientes de una estructura partidaria.

El sentimiento de comunidad, la necesidad de orden y estructura en la vida, y en sí el significado de la vida reciben la debida atención en las sociedades de la tercera ola.
En cuanto a los parámetros ideológicos de la tercera ola, el concepto del progreso se amplía para abarcar los aspectos no materiales de la vida.
Cada cultura tendrá su propia manera de alcanzar un desarrollo comprensivo.
El pensamiento reduccionista se equilibra con el enfoque sistémico que recalca contextos, relaciones y totalidades.
Se pone énfasis en la relación armoniosa del hombre con la naturaleza.
Surge la conciencia planetaria e instituciones mundiales. La diversidad provee una oportunidad para el desarrollo humano.

Las características de la era industrial enumerado por el autor reflejan la mentalidad materialista que predomina en esta época. La tendencia básica es hacia la cultura de tener. La maximización, uniformización, concentración y otras, conducen a mayor productividad e ingresos, empero al no tomar en cuenta la dimensión espiritual del hombre y sus necesidades generan descontento a nivel individual y graves consecuencias a nivel social.

Esta crisis estimula la búsqueda de alternativas e incita hacia un proceso de cambio.

La trascendencia que el autor asigna a la industrialización en los asuntos humanos parece algo exagerada en el sentido de que por ejemplo, hasta la creación del gobierno representativo se atribuye a este proceso.

Podemos atribuir alternativamente las tendencias hacia el gobierno representativo, la formación de la nación estado y la aceptación universal de los derechos humanos a este despertar gradual de la conciencia, asociada con la edad de madurez de la raza humana. Estamos aprendiendo las lecciones del pasado, sabemos por ejemplo las consecuencias de los prejuicios o de un nacionalismo militante.

De la misma forma, la lucha entre la primera y segunda ola, o entre la segunda y tercera ola a la que el autor hace referencia frecuentemente e intenta explicar la causa de las guerras y conflictos no es satisfactoria. Esta tesis no encuentra apoyo por ejemplo en el largo período que duró la primera ola y durante el cual se libraron numerosos conflictos. El rol de la ambición y los prejuicios que dan origen a las guerras no puede ser subestimado.
En el enfoque de Toffler el surgimiento de las religiones y su papel en el desenvolvimiento de la civilización queda ignorado.

En resumen, el intento de explicar la historia de la humanidad en términos de los tres grandes cambios u olas no ofrece una base sólida.

1 comentario:

Sandy ,.la nerd dijo...

Olas...entre a sus blogs por medio del blog del teacher...jajaja :P
ya fueron!!!
me copiare sus tareas...
no nada que ver

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LA SANDY

tanto escribes....??????